Wikipedia

Resultados de la búsqueda

martes, 12 de junio de 2018

Un venezolano alentando a Argentina



Como venezolano nunca he tenido la oportunidad de disfrutar grandes momentos con la selección vinotinto en lo que a fútbol se refiere, siendo uno de nuestros mayores hitos el cuarto lugar alcanzado en la Copa América 2011 que se disputó en Argentina, precisamente.

En Venezuela nos hemos acostumbrado a alentar a otros países en torneos de alta envergadura en la que nuestros representantes no han llegado a competir, creciendo en nosotros un afecto por otras selecciones que siempre son protagonistas en los torneos internacionales.

Mi afición por la selección de Argentina nació desde que comencé a tener gusto por el balompié, como desde 2005, en ese tiempo comenzaba a seguir, junto a mi padrastro quien me inyecto la pasión futbolera, a un tal Lionel Messi que comenzaba a sobresalir en el fútbol español.



Llegado el Mundial Alemania 2006, todo el mundo del deporte centraba su atención en el torneo de fútbol más importante y en mi hogar no era la excepción.

En mi casa nos dividimos para ver quien apoyaba a cada selección para esa cita mundialista. Mi hermano con un poco más de uso de razón eligió a Brasil quienes venían de coronarse campeones de la pasada copa Corea-Japón 2002. Yo siguiendo los pasos de mi padrastro elegí a Argentina por su historia y los grandes jugadores que tenía para ese momento.

Recuerdo aquella selección plagada de grandes estrellas como “El Pato” Abbondanzieri, Cambiasso, Heinze, Saviola y mi mayor ídolo Hernán Crespo.

Para ese torneo no hubo grandes frutos para la albiceleste pero en mí ya se había creado una afición hacia una selección que no me representaba en nada, pero que comenzaba a gustarme porque a pesar de no conseguir distinciones en los últimos años siempre era una de las contendientes a los títulos.

Para 2007 Venezuela tiene la oportunidad de albergar la Copa América y casualmente a Argentina le tocaba disputar sus partidos en mi estado, en el Metropolitano de Cabudare, aunque no tuve la oportunidad de asistir a un partido de dicho torneo logré disfrutar del entrenamiento de la albiceleste en el Estadio Farid Richa donde las pocas imágenes que recuerdo es de Crespo con la rodilla vendada ya que se había lesionado y de Tévez cortejando con unas muchachas.

Para los siguientes torneos ya era fanático de Argentina, al igual que del Barcelona de España y siempre se ha mantenido en mí ese gusto por estos equipos aunque ahora más centrado en el razonamiento, esto me ha ayudado a no dejarme cegar por el fanatismo cuando toca criticar o cuando se debe ponderar la actuación de los rivales.

Quiero que Argentina gane el Mundial Rusia 2018 no tanto por su historia, el país, los dirigentes o el equipo, sino porque hay un jugador que he admirado toda mi vida y creo que se merece una distinción de este tipo, Lionel Andrés Messi, porque a los grandes a veces el fútbol le debe algo más que solo dinero, placer, entretenimiento o buen físico, les debe algo que se llama reconocimiento o devolución por la magia entregada en los terrenos de juego.

Unknown Web Developer

No hay comentarios:

Publicar un comentario